Nuestro atractivo es permanente, tanto para el invierno como para el verano, las estaciones intermedias como la primavera y el otoño son especialmente bellas. Estar al pie de las montañas es una imagen fantástica durante cualquier estacion.
Hace ya semanas que la Montaña Palentina luce un verde primaveral.
Es el renacer de las primeras setas y los primeros hongos. El paisaje, lejos de la imagen nevada de meses atrás, nos invita a dar un paseo por el páramo entre los pinares o por los robledales en la montaña, eso si, sin salir del pueblo. La tranquilidad que se siente por el dia y la ausencia de ruido por la noche, nos hacen estar sedados durante la cena, solo se oye el sonido del fuego o de las chispas de la chimenea o de la barbacoa. Vuelve la primavera, vuelve la vida.
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